Este bálsamo “ungüento” está pensado para labios secos, dañados o con fisuras que necesitan alivio inmediato y reparación visible. Su concentración de manteca de karité y el complejo Cold Cream Marine (aceite + cera + agua de mar) repone lípidos al instante y deja una sensación de confort sedoso, sin tirantez. Con uso continuo, notarás los labios más lisos, flexibles y con brillo saludable, incluso en climas fríos o ambientes con calefacción/aire acondicionado.
Úsalo a demanda durante el día y aplica una capa generosa por la noche como “mascarilla reparadora”. Desliza la punta biselada para perfilar y rellenar, insistiendo en zonas con grietas. Si llevas maquillaje, extiende una capa fina, deja que se asiente uno o dos minutos y después aplica tu color; el bálsamo crea una base nutritiva que mejora la uniformidad y el acabado del labial.
Sí. Por el día, si hay exposición solar prolongada, aplica primero Baume Lèvres Nutri‑Confort y, una vez absorbido, añade un protector labial con SPF para blindar el resultado. Con fórmulas de color (barra o gloss), úsalo como prebase para suavizar textura y evitar que el pigmento marque pellejitos; reaplica una fina capa a toques cuando necesites recuperar jugosidad sin mover el color.
El complejo Cold Cream Marine relipidiza y reconforta de inmediato; la pro‑ceramida marina ayuda a reestructurar y alisar la superficie del labio; el filtrado de algas microfragmentadas aporta minerales y oligoelementos revitalizantes. La manteca de karité concentrada sella la hidratación y acelera la reparación, contribuyendo a una barrera más fuerte y a una textura perceptiblemente más suave.
El confort y la suavidad son instantáneos: los labios se sienten más nutridos desde la primera aplicación. A la hora, el aporte lipídico es notable y la sensación de tirantez disminuye claramente. En 2–4 semanas, con reaplicación constante, los labios se muestran más lisos, elásticos y homogéneos, con menor tendencia a la descamación y una luminosidad natural propia de un cuidado premium.