Este protector solar facial de alta protección SPF50 es adecuado para todo tipo de piel, incluidas las sensibles. Su textura fondant ultraligera se funde al instante y deja un acabado invisible sin brillos ni residuo blanco, perfecto para uso diario y para quienes buscan una experiencia sensorial elegante con fragancia Clean de Monoi y coco. Es no comedogénico, por lo que funciona muy bien en pieles mixtas y grasas que desean protección UVA/UVB sin obstruir los poros.
Aplícalo de forma generosa sobre rostro, cuello y escote como último paso de la rutina, al menos 20 minutos antes de la exposición solar. Reaplica cada 2 horas en días de alta radiación y siempre tras bañarte, sudar o secarte con toalla. El embout canule (canula de precisión) ayuda a dispensar la dosis justa de este fluido ultra ligero para un “efecto segunda piel”. Evita la sobreexposición y recuerda que SPF50 ofrece una defensa superior, pero la constancia en la cantidad y la reaplicación es clave.
Sí, su fini invisible lo convierte en una excelente prebase de maquillaje: alisa visualmente gracias al ácido hialurónico de alto peso molecular, dejando la superficie uniforme y confortable. Úsalo después de tu sérum y crema hidratante; espera 2–3 minutos para el “sellado” y aplica fondo, corrector o polvos a toques para mantener la homogeneidad. En reaplicaciones diurnas, trabaja capas finas; si llevas maquillaje, presiona suavemente con las manos o utiliza formatos complementarios para reforzar la protección sin mover el look.
La fórmula concentra algas mediterráneas x10 (Dunaliella salina y Haematococcus pluvialis), naturalmente ricas en carotenoides y astaxantina de alta potencia antioxidante. Estos activos ayudan a neutralizar radicales libres, preservar el colágeno y atenuar los signos del fotoenvejecimiento (arrugas, pérdida de firmeza, manchas). El ácido hialurónico HPM aporta hidratación inmediata con efecto hydra‑lissante, mientras el tono se ve sublimado y más luminoso, sin comprometer la salud de la piel.
Elige SPF50 para fototipos claros, pieles con tendencia a manchas, exposiciones prolongadas o días de alta radiación, y SPF30 para uso urbano moderado o fototipos medios bien protegidos por hábitos de reaplicación. Con uso diario y generoso, notarás una piel más confortable y elástica, con textura visiblemente alisada y un bronceado uniforme y radiante. La constancia y la reaplicación marcan la diferencia en la eficacia antiedad y en la calidad del acabado.