Este protector solar facial antiedad está diseñado para todo tipo de piel, incluidas las sensibles, gracias a su textura fluida, ligera y de acabado invisible que no deja residuo ni brillo. Es no comedogénico, por lo que funciona bien en pieles mixtas y grasas que buscan protección UVA/UVB sin saturar los poros. Su fórmula de alto confort se integra fácilmente en rutinas diarias urbanas o de playa, manteniendo la piel hidratada y sedosa.
Aplícalo generosamente como último paso de la rutina, sobre rostro, cuello y escote, al menos 20 minutos antes de la exposición. La canula de precisión ayuda a dispensar la dosis justa de este fluido ultraligero para un acabado “segunda piel”. Reaplica frecuentemente —cada 2 horas— y siempre después de bañarte, sudar o secarte con toalla; evita la sobreexposición y no expongas a los niños pequeños.
Sí, su textura fondante y fini invisible lo convierte en una excelente base para maquillaje, dejando un velo uniforme sin pelusas ni película blanca. Úsalo después de tu sérum y crema hidratante, y espera unos minutos antes de aplicar fondo, corrector o polvos para asegurar un sellado óptimo. En reaplicaciones diurnas, opta por capas finas y, si llevas maquillaje, utiliza técnicas de presión suave o formatos complementarios para mantener la protección sin mover el look.
El Fluide Fondant combina filtros UV de nueva generación con un complejo marino de algas mediterráneas rico en carotenoides (Dunaliella salina y Haematococcus pluvialis) de potente acción antioxidante. Estos activos ayudan a neutralizar radicales libres, preservar el colágeno y combatir el fotoenvejecimiento (arrugas, manchas, pérdida de firmeza). El ácido hialurónico de alto peso molecular aporta hidratación inmediata y efecto lissante, mientras el bronceado se ve más luminoso y uniforme sin sacrificar la salud de la piel.
SPF30 es ideal para uso diario en ciudad, fototipos medios y exposiciones moderadas, ofreciendo alta protección con textura imperceptible. SPF50 es preferible en fototipos claros, días de alta radiación, situaciones de sol prolongado o pieles que necesitan máxima defensa (post-tratamientos, tendencia a manchas). En ambos casos, la clave es la generosidad en la cantidad y la constancia en la reaplicación para asegurar una protección facial antiedad efectiva frente a UVA/UVB.