El AHA Serum combina 7% de ácido glicólico (AHA), 5% de gluconolactona (PHA) y 3% de ácido succínico para una exfoliación suave pero eficaz. Con uso constante, notarás una textura más lisa, un tono más uniforme y un resplandor controlado, además de una piel que se siente más firme y elástica. Su acción queratolítica acelera la renovación celular y apoya la síntesis de colágeno, manteniendo la barrera cutánea acondicionada y confortable.
Aplícalo tras la limpieza y/o el tónico, antes de tus sérums y cremas. Empieza por la noche dos veces por semana y, si la piel lo tolera, aumenta gradualmente hasta uso diario. Evita el contorno de ojos y las mucosas, y completa siempre por la mañana con un fotoprotector de amplio espectro (SPF50+) para proteger la piel tras los ácidos y preservar la luminosidad.
Sí, su arquitectura AHA + PHA + succínico está diseñada para ofrecer eficacia con alta tolerancia. Si tu piel es sensible, comienza con tiempos cortos y en días alternos, sobre piel bien hidratada, y sella después con un sérum de ácido hialurónico y tu crema habitual. Un leve picor o enrojecimiento transitorio puede ser normal al inicio; si persiste, reduce la frecuencia o descansa unos días.
Funciona de maravilla con niacinamida en noches alternas para reforzar la barrera y uniformar el tono. La vitamina C se puede reservar para la mañana (siempre con SPF) o para días sin AHA, maximizando el glow sin irritación. El retinol conviene alternarlo: noches de AHA y noches de retinol, evitando su uso conjunto si tu piel es reactiva; prioriza hidratación y calma en el resto de la rutina.
El efecto de suavidad y luminosidad controlada se aprecia desde las primeras aplicaciones; a las 2–3 semanas suele notarse una mejora clara de textura, uniformidad y firmeza. Si observas sequedad, tirantez persistente o enrojecimiento mantenido, reduce la frecuencia, refuerza la hidratación y evita otros exfoliantes simultáneos. La consistencia, junto a una protección solar impecable, es la clave para un resultado premium y duradero.


