Masque Shot Booster Énergie está pensada para pieles cansadas, apagadas o con falta de luminosidad que necesitan un impulso inmediato. Su “shot de energía” con espirulina reforzada con magnesio marino alisa los rasgos y reaviva el tono, mientras el tejido activo con fibras de algas actúa como una segunda piel para una difusión uniforme de activos. En 10 minutos la tez se ve más fresca, descansada y radiante, ideal como tratamiento previo a un evento o cuando tu rostro necesita un reset exprés.
Sobre la piel perfectamente limpia y desmaquillada, retira el film protector y ajusta la máscara al contorno facial, evitando el área de los ojos. Déjala actuar 10 minutos crono; después retira el velo y elimina el exceso con un pañuelo o algodón, sin enjuagar. Completa con tu sérum y crema habitual para sellar la hidratación. Consejo de experto: si la guardas unos minutos en la nevera, potenciarás el efecto frescor y el aspecto de rasgos relajados.
Desde la primera aplicación notarás rasgos más tensos, textura más lisa y una luminosidad inmediata. El ácido hialurónico de alto peso molecular aporta confort e hidratación superficial para una piel suave y elástica. Úsala como tratamiento puntual cuando notes signos de fatiga (viajes, noches cortas, cambios de estación) o 1–2 veces por semana para mantener el brillo saludable y un tono uniforme.
La fórmula está diseñada como un gesto respetuoso de “peeling‑free” energizante, sin ácidos, que se adapta bien a la mayoría de tipos de piel, incluida la sensible. Tras retirar el excedente, puedes aplicar tu contorno de ojos y continuar con maquillaje: la superficie queda más lisa y el corrector se asienta mejor. Si tu piel es muy reactiva, prueba primero 5–7 minutos y aumenta progresivamente hasta los 10 para personalizar la tolerancia.
Funciona de maravilla en un ritual “energizante y glow”: limpia, aplica la máscara 10 minutos, retira y sigue con un sérum iluminador o energizante y una crema que aporte luz y confort. Para un efecto piel nueva sostenido, alterna su uso con un sérum de día y, por la noche, una crema que reavive el resplandor; en semanas de agenda intensa, combínala con un concentrado de vitamina C en ciclos cortos para reforzar la luminosidad sin sobrecargar la piel.