Silk Glow Highlighter es un polvo iluminador sedoso con perlas multicromáticas diseñado para crear puntos de luz sutiles y elegantes. Sus pigmentos reflectantes favorecen todos los tonos de piel y se integran con el maquillaje sin marcar la textura, aportando un brillo pulido de “piel iluminada desde dentro”. El resultado es un acabado deslumbrante y sofisticado que eleva cualquier look, tanto de día como de noche.
Moonshine es un halo nacarado de subtono neutro que funciona de maravilla en maquillajes cotidianos y en pieles claras a medias, aportando luminosidad etérea sin exceso de brillo. Stardust ofrece un destello más multidimensional y ligeramente más intenso, ideal para pieles medias a morenas y para looks nocturnos o editoriales. Si dudas, elige Moonshine para un efecto natural y recurre a Stardust cuando quieras más definición y presencia en foto o luz artificial.
Deposita una pequeña cantidad con una brocha de difuminar sobre los puntos altos del rostro: pómulos, arco de la ceja y arco de Cupido. Trabaja en capas finas y controla la presión; coloca el producto y luego integra con movimientos suaves para fusionarlo con la base. En pieles con poro visible, evita la zona central de la mejilla y aplica a ras de piel. Para mayor sofisticación, traza una “C” desde la sien al pómulo y añade un toque mínimo en el puente nasal.
Se aplica después del rubor y del bronceador para realzar los volúmenes sin competir con el color. Sobre bases fluidas o acabados naturales, el polvo sedoso se adhiere y se difumina con gran uniformidad; si buscas más fijación, termina con una bruma ligera para sellar y potenciar la fusión de los polvos con la piel. En maquillaje de día, usa una sola pasada y concentra el brillo en puntos estratégicos; por la noche, intensifica con una segunda capa y añade un toque en el lagrimal para abrir la mirada.
La textura ultrafina y el acabado pulido lo hacen confortable incluso en pieles sensibles; aun así, si tu piel es reactiva, realiza una prueba de sensibilidad. Sus perlas reflectantes están pensadas para crear luz sin glitter evidente, por lo que en fotografía y bajo focos ofrece un brillo elegante con mínima “texturización”, evitando el efecto espejo. Para eventos y foto con flash, prefiere aplicaciones controladas y evita zonas con mayor textura para mantener un resultado impecable y homogéneo.