Está pensada para pieles mixtas y grasas con brillos, poros visibles e imperfecciones puntuales. Su fórmula bifásica combina un agua astringente con polvos matificantes para un acabado mate inmediato y una textura más uniforme. Con uso constante, afina el “grano” de la piel, ayuda a desobstruir poros y prolonga la sensación de tez fresca y sin brillos, respetando el confort cutáneo.
Agita el frasco para activar la fase en polvo y empapa un algodón. Pásalo suavemente por el rostro limpio, insistiendo en la zona T (frente, nariz, mentón), evitando contorno de ojos y labios. Úsala mañana y/o noche después del limpiador; a continuación aplica tu tratamiento seborregulador y, por la mañana, finaliza con protección solar para mantener el control de brillos y la barrera cutánea estable.
Integra el dúo de algas milenarias Fucus spiralis y Tetraselmis chui, enriquecidas con zinc, que regulan la producción de sebo y limitan el “efecto espejo”. La fase acuosa astringente con zinc y alcohol contribuye a purificar y a la sensación de poro más “cerrado”. Los polvos de silicio y arroz aportan una matificación inmediata y un tacto sedoso que unifica el tono sin resecar.
Aunque es una loción astringente, su acabado es confortable y puede usarse en piel sensible dentro del espectro mixto/graso. Si tu piel está sensibilizada por retinoides o ácidos, comienza una vez al día y observa tolerancia, evitando zonas reactivas. La puedes integrar con tratamientos antiacné tras su aplicación; por la mañana, el uso de un SPF amplio es esencial para equilibrar y proteger.
Funciona en sinergia con el limpiador Gélée Douceur Purifiante de Pureté Marine y un fluido seborregulador para prolongar la matificación. Usada dos veces al día, es habitual notar piel más mate y unificada desde el primer uso; en torno a 21 días, el “grano” se ve más fino, los poros más limpios y el control de brillos dura más tiempo. Esta constancia es la clave para una tez pulida y elegante.