CLARY FIG es un eau de parfum al 18% que reimagina el acorde clásico de higo con un giro aromático moderno. Comienza fresco y chispeante con limón y carvi, se vuelve cremoso y luminoso en el corazón gracias a la salvia esclarea, el higo y un delicado matiz lácteo, y se asienta cálido y envolvente sobre sándalo y almizcles. La sensación es nítida, pulida y muy llevable durante el día, con una estela elegante que acompaña sin saturar.
Pulveriza 2–4 veces a 15–20 cm sobre puntos de pulso (base del cuello, clavículas, detrás de las orejas y muñecas) evitando frotar para preservar la evolución. El formato de 10 ml es perfecto para retoques discretos: una sola reaplicación pasada la mitad del día devuelve el brillo cítrico sin cubrir el fondo cálido. Si deseas mayor persistencia, hidrata la piel previamente y, si lo usas en conjunto, aplica la body lotion afín como “base” para redondear la firma olfativa.
Sí, el frasco de 10 ml es cabin‑friendly y encaja en la normativa habitual de líquidos en vuelos, ideal para llevar tu firma olfativa en desplazamientos y escapadas. Conservarlo lejos de luz directa y calor, bien cerrado, ayuda a preservar la frescura aromática y la calidez del fondo amaderado‑almizclado. Para evitar variaciones, evita cambios de temperatura bruscos y procura guardarlo en un neceser rígido o acolchado.
Con su concentración eau de parfum al 18%, ofrece larga duración y un sillage definido pero refinado, especialmente en uso diurno. Sobre piel hidratada, las facetas cremosas del higo y el acorde lácteo se perciben más redondas y el fondo de sándalo y almizcle gana estabilidad. Recomendamos aplicar tras la ducha, esperar unos minutos antes de vestirte y, si lo deseas, reaplicar una vez para mantener la lectura fresca y armónica.
Piensa en intención y momento. CLARY FIG es la interpretación luminosa y diurna: fresco, aromático y cálido, ideal para oficina, planes urbanos y climas templados. FIG NUIT explora una firma más oscura y sensual, perfecta para atardecer y noche. Si dudas, prueba ambas en distintos contextos; alternarlas según estado de ánimo y ocasión crea un ritual coherente: claridad durante el día y profundidad al anochecer, con continuidad olfativa elegante.