Correcteur Local Taches está diseñado para quienes desean reducir la visibilidad de manchas oscuras localizadas en rostro y manos, como léntigos solares, melasma o hiperpigmentación postinflamatoria. Su fórmula ultra-concentrada con extracto de algas pardas y hexylresorcinol actúa de forma selectiva sobre el contraste y el borde de la mancha, mejorando la uniformidad del tono sin sobretratar la zona. Es adecuado para todo tipo de pieles que buscan un acabado luminoso, homogéneo y elegante.
Aplícalo mañana y noche sobre piel limpia y seca, directamente sobre cada mancha, con un suave masaje hasta su absorción. Por la mañana, úsalo siempre antes de tu fotoprotector para potenciar la acción antimanchas y proteger frente al estrés oxidativo ambiental. La constancia es clave: en estudios clínicos se observan mejoras progresivas en el contraste y la intensidad de las manchas tras varias semanas de uso continuado. Integra el corrector como último paso de tratamiento localizado antes de tu crema.
Su textura ligera y su complejo con bisabolol y ácido hialurónico hidrolizado aportan confort y ayudan a mantener la hidratación, lo que lo hace compatible con pieles sensibles. Si usas exfoliantes químicos o retinoides, alterna noches y evita aplicar todos los activos en la misma zona simultáneamente para minimizar la irritación. Introduce el corrector de manchas de forma gradual y observa la respuesta de tu piel; la protección solar diaria es imprescindible para mantener la uniformidad.
Para una rutina profesional y coherente, utiliza por la mañana el Eau de Soin Clarifiante, continúa con el Sérum Correcteur Pigmentaire y finaliza con la Emulsion o la Crème Uniformisante según tu preferencia de textura. El corrector se aplica de forma localizada antes de la crema y después del sérum, sellando la acción en cada mancha. Esta sinergia mejora la claridad del tono, la homogeneidad y la luminosidad, a la vez que refuerza la barrera cutánea frente a agresores ambientales.
Muchas personas perciben mayor uniformidad del contorno de las manchas desde las primeras semanas, con reducciones visibles del contraste e intensidad tras un uso disciplinado durante 1–2 meses. Para mantener los resultados, continúa con aplicaciones diarias, integra protección solar de amplio espectro todo el año y sostén la rutina con sérum y crema unificadora. Evita exposiciones prolongadas, cuida la hidratación y realiza retoques localizados con el corrector cuando sea necesario para preservar una tez radiante y equilibrada.