Gommage Douceur está formulado para pieles secas y delicadas que buscan una exfoliación eficaz sin comprometer el confort. Su doble acción —mecánica con microsferas de aceite de jojoba y química suave con ácido fítico— pule y renueva sin irritar, dejando la piel más uniforme y luminosa. La presencia de Sève Bleue des Océans aporta hidratación inmediata y calma, reforzando la cohesión cutánea para una experiencia sensorial de alta tolerancia.
Aplique una pequeña cantidad sobre piel limpia y húmeda, evitando el contorno de ojos y labios. Masajee 1–2 minutos con movimientos circulares, permitiendo que las microsferas se disuelvan y depositen lípidos confortantes, y aclaro con agua antes de secar con toques suaves. Úselo 1–2 veces por semana y continúe con su loción, sérum y crema para potenciar la penetración de activos y el efecto piel nueva; es perfecto dentro de la rutina Éveil à la Mer.
Su enfoque de “exfoliación inteligente” combina la precisión de un peeling químico suave con el tacto respetuoso de la exfoliación mecánica. Las microsferas de jojoba no generan micro‑laceraciones y se transforman en un velo lipídico al final del masaje, mientras el ácido fítico facilita la eliminación de células muertas y estimula la renovación. Además, la Sève Bleue des Océans —rica en silicio, manganeso y zinc— hidrata, calma y fortalece la barrera, lo que lo convierte en un exfoliante premium para pieles exigentes.
Tras el aclarado, incorpore una loción hidratante para reequilibrar, un sérum según su necesidad (hidratación, luminosidad, anti‑arrugas) y una crema de día o noche para sellar el tratamiento. En pieles muy secas, añadir una mascarilla hidratante o calmante potencia confort y jugosidad. Si busca un ritual más completo, alterne con Gommage Fraîcheur para luminosidad y finalice con su protección solar por la mañana para mantener la piel uniforme y radiante.
La suavidad y la luminosidad se perciben desde la primera aplicación gracias al afinado del grano de la piel y al aporte mineral marino. Con un uso constante 1–2 veces por semana, notará una textura más homogénea, mejor reflejo y mayor confort, preparando la piel para recibir mejor sérums y cremas. En 3–4 semanas, la tez luce más clara y fresca, con una barrera cutánea reforzada y un aspecto global más pulido, propio de un cuidado de cosmética de lujo.